Despenalización del Cannabis MX

To:  gobierno mexicano

los que aquí firmamos solicitamos a los facultados para estudiar y modificar las leyes la revisión del status ilegal del cannabis o marihuana

cuya ilegalidad y la persecución de consumidores es contraria a los principios de libertad e igualdad y al artículo 1° contra la discriminación por motivos de salud.

y fomenta la violencia y el gangsterismo, la asociación delictuosa, la corrupción policial, el comercio ilegal y la división de la población en dos bandos opuestos.

el creciente uso médico de este vegetal pone en entredicho el supuesto daño que ocasiona, el cual es mínimo comparado con los beneficios que un uso moderado y racional aporta a los consumidores (no estamos recomendando su consumo, recomendamos al contrario el ejercicio físico).

por lo tanto se solicita respetuosamente la autorización del autocultivo y la regulación del mismo -y del consumo-, como solución para el problema de la venta, el tráfico y la discriminación.

César Espino Barros

nick: slang_poetry

Sincerely,

The Undersigned

http://www.petitiononline.com/autocult/petition.html

 

Hasta la fecha sigo pensando que el cannabis debería ser legal.

Hoy en día, las drogas duras como cocaína, crack y cristal están más disponibles. Basta una llamada por teléfono y las llevan a determinado punto. Pero esta tolerancia es un arma de dos filos ya que el narcomenudeo se ha institucionalizado en secreto. Es decir el sistema ha acaparado la venta ilegal. Y son drogas duras, provocan adicción física, daños evidentes y tienen una dosis letal. El sentido común nos dice que el consumo es un peligro por varias razones, pero la población no ha conseguido la despenalización de tales sustancias y con ello liberarse al menos del problema legal, que no es el único, pero sí el más evidente.

En la actualidad las ejecuciones son noticia cotidiana y la gente cuida el perfil. Los consumidores siguen siendo minorías execrables y se espera que corrijan su actitud no que ganen terreno. El principal enemigo con que cuenta la despenalización es que se considera trabajo el ser antidrogas. A la gente no le importa mucho si alguien se quiere hacer daño a sí mismo, la gente no vela por la salud pero si cuida la conducta de sus semejantes. Si se trabaja al humano como materia prima de una industria invisible la conducta es la tela de donde cortar, encaja perfectamente dentro del mundo de la información, de la aceptación y la segregación. En cambio los partidarios de la legalización no están organizados, muchos no saben que existe un esfuerzo conciente que se manifiesta en los medios, en todos los medios donde cabe la libertad de expresión. Viven escondidos esperando que no les toque a ellos.

Han pasado siete años ya desde aquellos primeros intentos de activismo, y hasta la fecha sigo pensando que

1. El autocultivo del cannabis debería ser legal, por lo tanto la venta de marihuana es otra forma de explotación, de sojuzgamiento. Debido a la expropiación de bienes es más fácil y seguro comprar la hierba que conseguir un espacio para sembrar unas cuantas plantas.

2. En México no debe existir ningún tipo de discriminación, ni por preferencias ni por motivos de salud, dice la constitución. La prohibición del cannabis es una forma de discriminación. Que quien lo use no pueda tener acceso a estudio, trabajo, matrimonio, formación de familia, es una forma de marginación, es decir discriminación.

3. No puede haber institución hecha para perjuicio, y la prohibición lo es, no sólo encarcela, también despoja, da muerte, persigue, perjudica de incontables maneras... La guerra a las drogas que refrenda el ejecutivo en turno agrava el carácter de delito. Los consumidores y proveedores no son sólo delincuentes, son también traidores y enemigos del país.

4. El cannabis suaviza el carácter, desalienta la violencia. Estimula el apetito, más que antidepresivo es hilarante. Motiva, duerme uno bien bajo su efecto. Yo no recomiendo su uso, es un vicio. Recomiendo el hábito de la lectura y del ejercicio físico que son buenos, son positivos para uno. Lo que opino es que debería ser legal.

5. Todas las instituciones provienen del pueblo pero la prohibición no es democrática. Es una política aplicada a nivel internacional que tiene adeptos en casi todos los países pero no es democrática. La población nunca es encuestada sobre su opinión. Las personas que caen a las prisiones por delitos contra la salud no cuentan como una firma a favor de la despenalización. A pesar de las marchas anuales, no hay un movimiento en firme. Se cree que se ha avanzado en la lucha por la reciente despenalización de las cantidades mínimas pero eso siempre ha existido y el criterio para determinar hasta dónde llega el consumo y dónde empieza la posibilidad de venta es y seguirá siendo siempre variable. El caso es que al acudir a las urnas la gente no puede opinar en su boleta sobre una posible despenalización a manera de encuesta, lo más que puede es apoyar a los candidatos que hablen de tal asunto, que ya empiezan a oirse debido a la proliferación del narcomenudeo. La despenalización del cannabis sería ciertamente un logro en cuanto a libertad, un paso adelante en la lucha por la libertad y por mejores condiciones de vida para todos.

6. Nadie debería ser objeto de injerencias, como dice el derecho humano, lo que cada quien come, fuma, consume de alguna forma en la privacidad de su domicilio no es asunto de los demás. La prohibición sólo es posible mediante la ignorancia de garantías y derechos y sobre todo y más importante mediante la ignorancia de un albedrío libre, de la propiedad privada de nuestro propio cuerpo.

El tema se puede extender infinitamente pero la manifestación libre de las ideas con el objetivo de cambiar el entorno para mejorar debe ser asequible por su extensión. Dejemos aquí pues la exposición de motivos.

César Espino Barros 2009  

the real face of government

Comment posted by Anonymous on Sat, 04/10/2010 - 9:34am