Allá por los años 2002 y 2003 comencé a interesarme en escribir en torno a la situación legal del cannabis en México, me animé a llevar una carta al congreso nayarita y postée diversos temas al respecto en foros México y en el grupo de yahoo Vivecondrogas. Posteriormente abrí un blog sobre este asunto jurídico pero con tan mala suerte que el sitio cerró. Decidí continuar con un foro pero el foro fue cancelado por escasa participación. Es así como nace esta página, un intento de mantener viva la flama de la libertad.

César Espino Barros

 

Sobre Zedillo, la cannabis

y la pérdida de vidas

Hola, amigos de emeequis. Acabo de recibir un ejemplar

electrónico de su boletín y se me ocurrieron algunos comentarios

sobre la propuesta del ex presidente Ernesto

Zedillo de legalizar la cannabis y lo que dijo Margarita

Zavala que de nada sirve que los militares y quienes

luchan contra el narcotráfico estén dando sus vidas si se

despenaliza tal sustancia.

Entonces, ¿la cannabis debe ser ilegal para que tenga

sentido la pérdida de vidas?

La artificialidad de las guerras, conflictos creados por

intereses políticos y económicos, no es ajena a la guerra

contra las drogas. La artificialidad de las guerras sitúa la vida

humana por debajo de objetivos gubernamentales.

México no tiene enemigos externos. No tiene terrorismo

(escasísimo) y los casos de guerrilla (como el EZLN) no constituyen

una amenaza seria a la estabilidad del país. El único

enemigo del ejército es el narcotráfico, delito que debería ser

combatido por la policía, ¿pero qué va a hacer el ejército para

desquitar el sueldo: esperar los desastres para poner el marcha

el DNIII y despistolizar permanentemente a la población?

En contra del primer artículo de la Constitución, que veta

cualquier forma de discriminación (por preferencias y motivos

de salud), la prohibición de la marihuana discrimina y

divide a la población en dos bandos opuestos y los enfrenta

entre sí. Un libre albedrío que lleve al consumo libre y sin

responsabilidad legal parece ser el principal enemigo de

los prohibicionistas, más que el supuesto daño a la salud

que provoca una droga suave, no dura, como la cannabis.

Recordemos que las drogas duras se caracterizan por ser

causa directa o indirecta de muerte, por ejemplo el alcohol

y la nicotina del tabaco, sustancias legales.

Después de oír la propuesta de Zedillo en el noticiero

local escuchamos la opinión en contra de un prelado de la

Iglesia católica y de la primera dama, pero no tuvimos —nunca

tenemos— acceso a la opinión de la población; ésta no es

encuestada al respecto y el asunto de la despenalización

de la cannabis no se anexa a las boletas electorales para

tomar una decisión democrática al respecto.

Es necesario revisar la situación de la vida como se ha

propuesto, resituarla por encima del aparato político y laboral.

O qué, ¿debe seguir la prohibición para que la pérdida

de vidas humanas tenga sentido?

César Espino Barros

 

El patrón de delación

Masturbarse y usar drogas son dos enemigos naturales del patrón de denuncia, aquél que implica dar cuenta de todo lo que ocurre y de lo que uno hace, y del trabajo de información. Al ocultar las acciones prohibidas se está anteponiendo el propio bienestar, el propio placer a la labor de acusar, se está traicionando la chivatonería. A la masturbación pueden suceder las relaciones ilícitas, fuera de o sin la relación conyugal, o cualquier conducta delictiva, robos a pequeña escala, una birome en la escuela, una afeitadora en el súper.

Desde la perspectiva de la conveniencia social, el patrón de denuncia vela por la propiedad y la seguridad de sus integrantes. Desde la perspectiva de la realización individual, la ignorancia del mismo lleva a una más completa realización, ya que la gente que vive pendiente del qué dirán anula cualquier iniciativa propia para no salirse de la generalidad y cometer errores, para no perder su sitio. Y no sólo evita vicios y delitos, lo cual es conveniente, sino toda actividad de creatividad y productividad, todo esfuerzo de bienestar y progreso.

Temerosa la gente del patrón de delación vive respetando vida y propiedad de los demás ¿y asunto concluído? No, porque el delito también puede fabricarse. La gente también puede recibir la comisión de cometerlo en su trabajo de información, que es procesamiento de los demás. Y esta es una forma de crimen organizado, y, se puede decir, oficial.

 

 

La apología del vicio

Creo que se cae en la apología del vicio cuando se dice, el consumo está bien, el hábito está bien, el vicio está bien. Yo creo que la gente debe usar su criterio y no hacer mucho caso de lo que le dicen al respecto del consumo. Ya que obviamente el vicio es una negatividad, la virtud es una positividad, y lo negativo está mal. Por lo tanto el único hábito que yo recomiendo es el del ejercicio físico, que es saludable. Al respecto del cannabis puedo decir que es una sustancia cuyo daño se ha exagerado y como medicina no se le ha tomado en serio. Es prohibida, causa hábito, pero soy de los que piensan que siendo de buena calidad y un consumo moderado hace más bien que mal, y por tal razón uno puede ser considerado un loco, o un errático, alguien que vive permanentemente en el error como quien cree que la tierra es plana. Nadie se va a poner a discutir.

Decirle a la gente pruébela para que vea que es cierto, sería caer en la propaganda del consumo, y en cierta forma en la apología del vicio. Lo que digo entonces es que debería ser legal y la gente debería tener libertad de elección. Y siendo legal obviamente el consumo no debería ser en público. Pocas cosas nos hacen sentir bien en esta vida, obtener la paz interior para concentrarnos con toda tranquilidad en lo que es lo nuestro. Estudios científicos serios sobre sus efectos podrían cambiar la situación legal del cannabis. Pero al cannabis se le quiere prohibido a pesar de los numerosos argumentos a favor que escucha uno en conversaciones o que encuentra uno en los medios, en la prensa de opinión... Por lo tanto nunca nos toca una encuesta, un censo al respecto y los legisladores siempre tienen otros temas en mente.

 

César Espino Barros

 El sistema critica grandemente los vicios y trabaja en corregirlos, los hace públicos los señala: el consumo de alcohol, tabaco, drogas, café, fármacos, no son virtudes, son vicios, debemos señalarlos, combatirlos, proscribirlos. Una población sana está bien, en eso estamos de acuerdo, yo mismo me esfuerzo por estar en óptimas condiciones físicas haciendo ejercicio, practicando el físico culturismo. Pero el sistema nunca señala que también hay vicios en la conducta, vicios en el comportamiento, formas viciadas de comportarnos que nos alejan de la libertad, que nos privan del uso de la razón y que no nos dan nuestro lugar como humanos. Y que esos vicios de conducta transgreden las libertades y el mismo estado de derecho pero como son patrones comunes, compartidos por todos como condición impuesta, la verdad da trabajo identificarlos y nadie se atreve a señalarlos, y menos aún a analizarlos.

LAS DROGAS COMO REFORZAMIENTO DE LA MADRINEADA.

LOS HOMBRES PRESOS DEL MITOTE.

El sistema procesa a sus integrantes mediante la interacción de los mismos. ¿Por qué? ¿Por qué no viene el sistema personalmente a llevar a cabo su trabajo de procesamiento? ¿Por que es un ente abstracto, intangible, invisible, y necesita la cooperación de los humanos? ¿Un ente invisible y superior no es nuestro concepto de Dios?

Involucrar a los humanos en labores de información no es precisamente una virtud. Volverlos unos soplones, unos chivatos, unos correveidiles es una degradación, degradación que es aceptada por las enormes necesidades generalizadas. Lo contrario de esto es ocuparse de los propios asuntos y respetar la privacidad de los demás, buscar en el trabajo la dignidad y la utilidad constitucionales.

Consumidores de drogas y delatores son por lo tanto extremos opuestos, pero ¿nunca se juntan? ¿Qué para los delatores la droga no puede ser un estímulo o una recompensa una dosis? En esta vida encontramos extremos opuestos que se juntan (aunque sólo sea momentáneamente) y esto debido a la existencia de un canal controlado subterráneo que permite la distribución condicionada y preferencial. El sistema no está alimentando a los hedonistas en su vicio, al contrario, los persigue; está recompensando a sus servidores madrinas y al mismo tiempo les proporciona los mecanismos de rehabilitación, los grupos y centros de apoyo. La cuestión de la droga es un gran engaño. La gente cree que los esfuerzos publicitarios por mantener a todos lejos de las drogas son una realidad. Pero el creciente e impune narcomenudeo refleja la protección oficial.

Los consumidores libres adquieren la droga de su pecunio sin condiciones, no forman círculos de información y manipulación, son hedonistas, quieren sentirse bien con una buena medicina, son robados y extorsionados. Les convendría organizarse, defenderselegalmente.  La notoria existencia de los canales controlados de distribución de sustancias ilícitas para el consumo humano no ha apresurado los esfuerzos de despenalización. Se diría que los implicados están conformes con la situación ilegal de las drogas y prefieren hacer las cosas de manera subrepticia.

 

 

Al principio cuando Internet llegó a nosotros, éramos optimistas por las libertades demostradas en la red y por las actitudes positivas de los miles de navegantes.

 

Diez años después en México, no hemos alcanzado una despenalización oficial de las drogas, pero si una institucionalización del narcomenudeo, secreta y discretísima, desconocida para las mayorías, que siguen creyendo ingenuamente en la prohibición y respetandp escrupulosamente el marco legal, ignorando sus más elementales libertades como son la propiedad de uno mismo, la libertad de elección y el derecho a una no-discriminación por ejercer tal libertad, el derecho a una información veraz y a no ser engañado por un gobierno hipócrita y corrupto que fabrica el delito.

 

 Ante la ignorancia de la propiedad de uno mismo es necesaria una nueva declaración de independencia, una nueva y efectiva abolición de la esclavitud y llamamos a la población a que se sume a nuestro esfuerzo libertario. 1810-2010, doscientos años. Viva México! Viva la libertad!

 

César Espino Barros

 

 Una cosa es que hubiera una ventanilla que dijera DROGAMEX y a la que acudieran los consumidores a adquirir sus productos con la protección de PROFECO, pero el asunto es que no hay tal letrero pero las llamadas narcotienditas sí existen, parecen ser un aliciente para los que viven y trabajan en condiciones deplorables. Quienes las conocen dicen que pagan "protección" y de esta manera los negocios existen. Tienen demanda porque hay demanda, y si dejaran de vender la demanda no cesaría, ha sido una tendencia internacional desde el inicio de la civilización. SI CERRARAN LAS NARCOTIENDITAS SERÍAN SUSTITUIDAS POR VENDEDORES LIBRES, ya que la demanda tendría que suplantar a la oferta. Al no poder conseguir lo que busca la gente empieza a producir o a sembrar y a vender sin pagar la protección. Las narcotienditas ciertamente disminuyen la necesidad de vendedores clandestinos, y esa es una ventaja porque menos gente va a la cárcel por vender, por transportar, por sembrar y cosechar. Y si no hay mucho problema por la portación de cantidades mínimas en realidad las narcotienditas están resolviendo el problema de la penalización porque menos gente va a la cárcel. A mi no me molesta la existencia de narcotienditas. Yo no he probado una sola sustancia prohibida que no me sepa a medicina, y cuya primera sensación no sea el alivio de algo, o que no sirva de aliciente para nada.

Dicen que lo que se hace a escondidas no es bueno. La existencia pacífica de narcotienditas en colonias de extremas necesidades económicas sirve para demostrar que existe un enorme rezago legislativo. El vicio y su defensa está mal. No obstante, el primer paso hacia la honradez no es clausurar las tienditas y detener los vehículos que las llevan a domicilio. El primer paso hacia la honradez sería reconocer que esas sustancias no son más dañinas que la cárcel ni que los problemas legales. Por lo tanto deberían venderse y consumirse dentro del campo de la legalidad. Tienen gran demanda. El segundo paso sería reconocer que esas personas están pagando protección y no habido escándalo o problema por su culpa. El tercer paso es la legalización y cambiar la mordida por el impuesto.

Lamentablemente no dispongo de equipo para filmar en secreto, lo cual serviría para aportar pruebas. Ir a algún lugar, comprar algo y preguntarles "¿oye no hay problema con ustedes? No veo que nadie los moleste. Y de seguro me van a responder "estamos pagando, si te ve la policía saliendo de aquí no te dice nada"...


respuesta para "foros tapatíos"

MERITO Y MERITORIOS.

Las autoridades podrán decir que combaten el uso de drogas porque degradan al individuo y atentan contra su salud, provocan daños irreversibles, agravian a la sociedad, la apartan de las buenas costumbres, etc. etc. Obviamente quienes las usan están desconociendo el mérito como forma de estructuración, es decir, están desconociendo un sistema de puntuación, de hacer puntos buenos observando buena conducta. Dirán que lo que importa es lo que el individuo hace, y no tanto si observa buena conducta. Si el individuo estudia, si el individuo trabaja, si se interesa por el sexo opuesto, para esa persona y desde esa perspectiva el consumo no lo vuelve "anormal", no lo vuelve "rechazable". Pero el mérito parece ser más importante que el desempeño en cuestiones de interacción, y tenemos grandes poblaciones de meritorios que por serlo han descuidado su desempeño y han caído en la mediocridad y en la dependencia extrema. Están limpios de faltas, son santos, y para seguir siendo aceptables han renunciado a toda iniciativa que pudiera sacarlos del marco de aceptación, lo cual es un hundimiento. ¿Qué es lo que los impulsa a seguir? El valor porcentual del mérito. Y esta estructuración meritoria es el principal enemigo con que cuenta la despenalización, en mi opinión. Una estructuración que no se basara en el mérito sino en el desempeño, aceptaría a estos partidarios del consumo de drogas siempre y cuando fueran funcionales en todos los aspectos, el educativo, el laboral, el familiar, etc. El sistema parece cuidar como su vida misma una estructuración meritoria. No se siente seguro de dar el siguiente paso adelante que puede arrojar un cambio evolutivo sistémico. Prefiere prescindir de ciertos individuos y su descendencia, caer en la discriminación y en el perjuicio.  

 

Who cares for people who want to harm theirselves? You can climb up a building or a bridge and jump... It's your right. EVERYBODY HAS THE RIGHT TO COMMIT SUICIDE, who cares if you use a gun, a knife, a razor blade, poison, gas, etc... It`s your right. Then, why do they care too much for health at the degree that there is a prohibition, violence related to that prohibition, decomise and jail related to that prohibition, deaths related to it. It's a health problem, a medical problem, and I don't see phisicians and nurses involved. I see gunman, I see hitmen, police, soldiers, judges, attorneys. And I see people selling hard drugs in freedom, and I also see the intention that those drugs, meth and coke, more expensive, easy to hide, become a substitute for natural cannabis. Of course I'm talking of Mexico, my country.
Prohibition has alies and enemies. In my opinion the strongest enemy of the decriminalization are the gouvernamental patterns of behaviour that become citizens into informers. And is expected that everyone become an informer and put the whistle on someone... On who? the terrorist, the guerrilla fighters? There's none in my country. The communists, the left wingers? The ideologic freedom of Mexico protects them.
Patterns of work consider drug use (and of course drug selling) as their opposite, this is, the other extreme of the rope. So work and drugs are as opposite as good and bad, black and white. Of course if the concept of work changes, and it's considered a production activity that gives you money, then decriminalization is possible. But up to date, mexicans haven't acomplished that goal, the change of patterns. Matter is not on discussion. They analize prohibition from all sides and perspectives, but they never touch that point. Once the patterns of work are reviewed, decriminalization could possible move forward...

 

César Espino Barros para DRCnet

La gente podría estar consumiendo lo que le gusta (si le gusta) en paz, en sana convivencia. Los que venden podrían estar haciendo un dinerillo al respecto pero el escenario se ha violentado, la acción de consumir drogas se ha visto envuelta en escándalos, penalización, discriminación, ejecuciones, al grado de que se piensa que son acciones inseparables. El precio y las características de la adicción arrojarían enormes ganancias a los vendedores, serían la nueva clase privilegiada por encima del gobierno que rebaja, denigra y se mueve perfectamente entre la sedimentación, su sustento. Un consumo pacífico en un ambiente de legalidad y cordialidad sería una alternativa paradisíaca y los partidarios de ese libre uso no lo han conseguido. La imagen de la droga se sigue manchando, sigue siendo usada para degradar. Al hombre se le niega la capacidad de poder regular a voluntad su conducta, se duda que en un ambiente de libertad tenga la voluntad de optar por la libertad y el beneficio propio. Se le cree incapaz en determinado momento de decir no a lo que lo perjudica, a lo que está minando su salud. Y eso es no tener fe en la humanidad. ¿Legalización es caos? Legalización es paz, es libertad...

 a mi edad, las drogas del narcomenudeo me hacen más mal que bien, pero tengo el suficiente entendimiento para darme cuenta de que mucho de lo malo que ocurre, corrupción, balaceras, ejecuciones es debido a que la materia prima del narcomenudeo es ilegal. Si prosperan quienes trafican es porque cuentan con el disimulo y la protección del gobierno, mandos militares, judiciales, procuradurías y gobiernos, aduanas y policías de caminos. El asunto se torna grotesco cuando los concesionarios llevan a cabo las limpias y las batallas entre sí... La droga le llega a los consumidores manchada de sangre. Creo que ha llegado el momento de decir "la legalización es una necesidad", no sólo para quitarles la carga legal a los consumidores sino para mejorar el escenario donde la población vive. Es muy fácil decirle a la gente: a ustedes no les gusta la droga, no la usan, no deben saber nada de eso. Y quienes cobran su cheque están de acuerdo, no hablan, no opinan, no consumen. Y la misma institución que les paga, alguna secretaría o dependencia, el magisterio, salubridad, obras públicas, pertenece de manera corporativa al gobierno que "organiza" el baile. Así como estamos, los términos y condiciones son los peores.
Nadie analiza los términos, analizan la situación, los salarios. No tienen dos columnas de términos, los peores y los mejores. Si se fijan, las grandes compañías de bebidas alcohólicas, Moctezuma, Sauza, Domecq, no tienen sicarios ni ejecutan y tienen que moverse dentro de la ley hacendaria y otras... Cuentan con CONSEJOS REGULADORES de la producción.

Ahora bien, las drogas son legales, las autoridades (estatal, federal, municipal, militar) no tienen nada que ver, no llevan tajada, nadie de sus filas organiza la narcoventa, su papel es del chinito, nada más milando... Y sobre todo no hay pretexto para tener sicarios y llevar a cabo limpias de delincuentes, ya que hay una forma legal de limpiar y esto es la pena de muerte reconocida. Pero no quieren hacer las cosas derechas y decir Gobierno no tiene nada qué ver ni nada que ganar ni nada qué combatir en la cuestión de las drogas, debe mantenerse al margen... esto no lo ha podido lograr la población y está pagando las consecuencias...

Esta es mi opinión, que conste que no es mi intención vender ni consumir drogas, pero sí la solución de la problemática en la que vivimos, que tiene que ver con la existencia de un GOBIERNO y de las finas personas que dependen de él...

 
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